Concepto de Artículo 1767 del Código Civil
Artículo 1767 del Código Civil: El Principio del Depósito y la Integridad de la Cosa Depositada
El depósito, en términos jurídicos, es un contrato mediante el cual una persona, denominada depositante, entrega una cosa a otra, llamada depositario, para que la guarde y la restituya cuando le sea requerida. Este contrato puede ser tanto gratuito como oneroso, dependiendo de si se paga o no por el servicio de custodia. El Artículo 1767 del Código Civil aborda un aspecto fundamental de este contrato: el uso de la cosa depositada.
El Artículo 1767 del Código Civil es:
El depositario no puede servirse de la cosa depositada sin permiso expreso del depositante.
Te puede interesar también:Artículo 1724 del Código CivilEn caso contrario, responderá de los daños y perjuicios.
art 1767 cc
1. La Esencia del Depósito: El núcleo del contrato de depósito es la custodia y conservación de la cosa entregada. El depositario asume la responsabilidad de guardar y proteger la cosa depositada, asegurando que se mantenga en buen estado y se devuelva en las mismas condiciones en que fue recibida.
2. Prohibición de Uso: El Artículo 1767 establece claramente que el depositario no tiene derecho a usar la cosa depositada a menos que cuente con un permiso expreso del depositante. Esta disposición protege los derechos del depositante y garantiza la integridad de la cosa depositada. Al no permitir el uso sin consentimiento, se evita el desgaste, deterioro o cualquier otro riesgo que pueda surgir del uso indebido.
Te puede interesar también:Artículo 1595 del Código Civil3. La Importancia del Permiso Expreso: La mención de un «permiso expreso» es crucial. Esto significa que cualquier autorización para usar la cosa depositada debe ser clara, directa y sin ambigüedades. No se puede asumir tácitamente el consentimiento del depositante; debe haber una manifestación clara de su voluntad permitiendo el uso.
Conclusión: El Artículo 1767 del Código Civil refuerza la naturaleza protectora del contrato de depósito. Al prohibir el uso de la cosa depositada sin un permiso expreso, se asegura que los bienes depositados estén seguros y se mantengan en buen estado. Esta disposición subraya la confianza que el depositante deposita en el depositario y la responsabilidad que este último asume al aceptar la custodia de la cosa. Es un recordatorio de que el contrato de depósito no es simplemente un acuerdo de almacenamiento, sino un pacto de confianza entre las partes.
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